Olvido García Valdés ha sido distinguida hoy con el Premio Nacional de Poesía otorgado por el Ministerio de Cultura por su poemario Y todos estábamos vivos.
Olvido forma parte de nuestros más agradables recuerdos porque el 31 de marzo de 2003 acudió a nuestro Instituto a presentar La caída de Ícaro, el cuadernillo nº 6, que nuestra Aula de Poesía le había editado. Tengo recuerdos muy concretos de aquella visita. Su exquisita elegancia que no miente en su poesía; su serenidad constante, incluso cuando se detuvo y llamó la atención a una chica del público -deformación de profesora- tras lo cual el silencio rotundo acompañó hasta el final su lectura; recuerdo su satisfacción al terminar -incluida la chica amonestada, de la que dijo haberla observado leer con fruición durante el recital el ejemplar que tenía entre sus manos-, recuerdo la comida, como siempre en Salinas y una copa o un té posterior charlando con Balbina y con Isabel Serrano. Y lo recuerdo como un día delicioso, lleno de una poesía sanadora y una amigable charla.
Enhorabuena, Olvido.
No puedo estar más de acuerdo con este premio, creo que es de las mejores poetas que he leido, una mujer encantadora y sobre todo cercana. Nos regaló una bonita tarde dificil de olvidar.
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