El CEP de Marbella me invitó a realizar una sesión de evaluación de los centros que habían comenzado a desarrollar el proyecto lingüístico de centro en la provincia de Málaga. Para la ocasión preparé diversos instrumentos que sirvieran para organizar el pensamiento con objeto de elaborar una autoevaluación del proyecto que pudiera dar a los centros una visión de lo que están haciendo en su conjunto a la vez que se les provee de una serie de recursos para que ellos luego profundicen más en esta labor.
Planteamiento.
La sesión tenía por objeto la reflexión sobre el desarrollo del PLC en cada centro a través de la opinión de sus coordinadores y directivos en una sesión conjunta con todos los centros para intercambiar experiencias y opiniones. Utilicé tres instrumentos para valorar logros y dificultades en las actividades, la organización y el desarrollo del proyecto (matriz radial, matriz de Carter y dinámica de la travesía) y un instrumento de evaluación de mejoras (matriz en red). Estos resultados son, pues, iniciales y subjetivos ya que debe profundizarse posteriormente en cada centro con mayor número de participantes y de instrumentos de evaluación.
Evaluación de las actividades.
Para la evaluación de las actividades, adapté una matriz radial utilizada por la Fundación Telefónica. Los participantes deben situar el desarrollo de cada tipo de actividad hasta un máximo de 4 puntos dentro de unos radios y trazar el polígono resultante para observar las áreas en que más y menos se desarrolla, viendo posibilidades de avance y comparación entre áreas de actuación.
Los tipos de actividades están colocados de esta manera para provocar áreas relacionadas directamente y que sirvan para observar las interacciones que se predicen más. Efectivamente, como yo esperaba, la biblioteca escolar es la que obtiene mayor puntuación y tira de lectura y ligeramente menos de escritura hacia ponderaciones considerables. Este efecto puede interpretarse como que los participantes cuentan con la cantidad, variedad y tiempo en que la biblioteca escolar viene desarrollándose en Málaga y por extensión en Andalucía. Por un lado, supone contar con esta fortaleza en el PLC, pero por otro lado es un aviso para no identificar el PLC con la biblioteca escolar.
La biblioteca escolar y su Plan de trabajo no pertenecen al PLC ni deben incluirse en el PLC. La biblioteca escolar es un instrumento o recurso al servicio del PLC como está al servicio del resto de programas. Por tanto, conviene preguntarse si en este aspecto estamos contando todo lo que hace la biblioteca escolar como parte del PLC, lo cual sería erróneo, o sólo aquellas aportaciones que la biblioteca escolar hace para desarrollar el aspecto lingüístico del curriculum , de las materias, que sería lo más idóneo; por ejemplo, observar la cantidad y calidad de las aportaciones de la biblioteca escolar al desarrollo de la alfabetización informacional en actividades de todas las materias y ello preferiblemente en actividades sostenibles y sostenidas, no en actividades puntuales como las efemérides u ocasionales.
Dentro de esta área, la oralidad queda algo rezagada por lo que es importante que se preste más atención a esta destreza dentro de las lingüísticas aunque es normal que la lectura sea la predilecta tanto por su repercusión como por la preocupación que normalmente levanta y que es uno de los motivos directos para promover PLC en los centros.
Frente a esta área, más relativa al desarrollo en la lengua materna, encontramos lo referido al plurilingüismo menos desarrollado, tanto el Curriculum Integrado de las Lenguas (CIL) como el desarrollo de lenguas extranjeras en las Áreas No Lingüísticas (ANL) centro de la metodología AICLE. Este descenso comparativo se debe a la diferencia entre centro bilingües y no bilingües. Si los primeros parten de una doble fortaleza biblioteca-bilingüismo, los otros tiene aun la carencia de un desarrollo mayor de las lenguas extranjeras. En ese aspecto, lo recomendable es encontrar formas de desarrollar el uso de lenguas extranjeras incluso aunque el centro no sea oficialmente bilingüe a través de una expansión de las actividades con presencia de lenguas extranjeras, el curriculum integrado -que no es exclusivo de centros bilingües- y la sensibilización hacia el uso de las lenguas extranjeras en la vida del centro y fundamentalmente en la biblioteca escolar.
Al igual que ocurre con la biblioteca escolar, que crea a su alrededor un área de fortaleza, ocurre algo parecido con el uso de las TIC y en cierto sentido con la atención a al diversidad. Respecto a la primera, la situación es muy parecida: los años de desarrollo de los proyectos TIC y de la Escuela TIC 2.0 juegan a favor de esa idea de progreso. Sin embargo, como ocurre con la biblioteca hay que avisar que las TIC no forman tampoco parte del PLC, sino que es un recurso como otro más y que los estudios demuestran que en muchos casos el impacto de las TIC en lo lingüístico es insignificante, por lo que conviene llamar la atención sobre este aspecto para no crear una falsa imagen de desarrollo. Para que el desarrollo TIC sea efectivo en este caso debe referirse exclusivamente a un desarrollo TIC incluido en las materias y de impacto tanto en la documentación informativa como en la generación de información, es decir, lo que se ha denominado “creación de prosumidores críticos y creativos”, es decir, alumnado capaz de discernir en la consulta de fuentes en internet y de crear o recrear archivos publicables sobre asuntos del curriculum.
La atención a la diversidad se observa igualmente como suficientemente desarrollada probablemente por la presencia de planes específicos y profesorado de apoyo especialista. Conviene en este aspecto recordar la recomendación de trabajar un curriculum dentro del PLC basado en la inclusividad de forma que todo tipo de alumnado pueda acogerse e integrarse en el proyecto a través fundamentalmente de la riqueza de interacciones educativas y la educación adaptativa en su caso.
El caso de la evaluación y de las relaciones o implicaciones de la comunidad escolar son los más llamativos como debilidades manifiestas ya que la dispersión es mayor y el puntaje total menor sin que haya razones como en el caso de los centros bilingües/no bilingües que tratamos antes. Para este particular nos encontramos con debilidades que podríamos considerar endémicas: la poca cultura de evaluación de proyectos que existe e igualmente la poca integración de los centros escolares con la comunidad de la que forman parte (lo acepten o no; lo aprovechen o no). Podríamos decir que estos dos aspectos, como se verá también en otros resultados avisan de déficit generalizados que hay que empezar a resolver inmediatamente porque evidencia que el camino recorrido es muy poco tanto en términos absolutos como relativos, en comparación con las TIC, el bilingüismo o el desarrollo de la biblioteca escolar.
En la figura siguiente podemos observar el polígono resultante de los datos ofrecidos por todos los centros de la provincia que demuestra el doble sesgo del eje (TIC-biblioteca) de fortaleza que habría que corregir para obtener mayor calidad, del otro eje de debilidades (comunidad-evaluación-bilingüismo) que habría que afrontar con medidas de formación y orientación muy decididas.
Evaluación de la gestión y
organización.
Para la evaluación de la organización,
adapté la matriz de Carter, que sitúa los siete aspectos
fundamentales en la gestión del cambio, que son realmente
imprescindibles en cualquier innovación educativa. En la matriz los
participantes deben generar con sus puntuaciones de abajo arriba una
gráfica de barras o sierra que muestre fortalezas y debilidades
según su apreciación.
Los valores fueron los siguientes:
En general, se observa un mayor
optimismo con los logros a este nivel. Es cierto que se trata de
coordinadores y directivos valorando su propia labor
fundamentalmente, pero también pone en la pista de que no se
considera que se planifique mal, sino que los resultados son más
modestos en las actividades porque requieren tiempo.
En la gestión, los dos aspectos más
desarrollados son los valores y los recursos. Esto quiere decir que
los centros tienen otras necesidades pero que se sienten
relativamente bien con sus medios y con la sensibilización que el
claustro tiene respecto al PLC. Esta fortaleza pone una base
suficiente previa.
En el lado opuesto se sitúa el
feedback, que identificado prácticamente con la evaluación, que
también obtuvo peores resultados en el instrumento anterior,
evidencia que este flanco es la mayor debilidad de los PLC y que la
actuación sobre ella es urgente. Comparando este valor con los
otros, se observa además, que es significativamente menor, sobre
todo viendo que el resto andan muy cercanos unos de otros,
particularmente la capacidad, la motivación y la visión. Este
último presenta un puntaje ligeramente inferior que puede avisar de
un peligro y es que todavía haya personas involucradas en el PLC que
no tengan claro en qué consiste, qué pretende.
La fortaleza de los valores , los
recursos y las estrategias, avisan de la importancia que debe tener
planificar bien y no perder esta oportunidad, sobre todo, evitando
que se den pasos en falso o que se produzcan abandonos.
Para prevenir esto, que puede ocurrir
con el paso del tiempo, convendría establecer una serie de medidas
anticipatorias en las que se acepten los resultados de la evaluación
como avisos de errores, que sirven para aprender, y no fracasos que
sirvan para abandonar.
Evaluación del proceso.
Para evaluar el proceso de desarrollo
del proyecto, utilizamos una dinámica que denomino de la travesía y
para la que el grupo Sophias 4.0 había preparado un panel en el que
se sitúan las notas que los participantes van generando acerca de
los siguientes aspectos que veremos a continuación.
a) Objetivos claros y decisiones: la
principal en la que coinciden todos es la mejora en las destrezas
lingüísticas, idea fuerza del
proyecto. Pero junto a ella, está como muy destacada, la de trabajar
por proyectos y coordinarse o integrar. Igualmente, se destaca partir
de las necesidades de cada centro.
b) Ideas inspiradoras: se señalan dos
fuentes fundamentales, por un lado, la propia experiencia como base,
y por otro, la documentación y materiales web así como la puesta en
común de experiencias. En este caso agradezco la mención de mi página sobre el asunto.
c) Pasado y antecedentes del centro: se
destaca el influjo del bilingüismo en el caso de centros de esta
modalidad así como la importancia de los precedentes de los
proyectos de lectura y biblioteca.
d) Motivaciones que acompañan:
fundamentalmente del profesorado (decidido y entusiasta con el
proyecto) como del alumnado (por mejorar su situación lingüística
y general como personas).
e) Dificultades salvables: se señala
el individualismo pertinaz y la falta de coordinación entre el
profesorado así como el exceso de burocracia y actividades.
f) Obstáculos salvables: destaca la
dificultad insuperable de encontrar tiempos comunes de reunión o
para compaginar distintos proyectos una vez comenzados.
g) Experiencia realizada: lo que más
se valora es la formación, la oportunidad de aprender para
coordinarse y consensuar acciones.
h) Logros: trabajo en equipo,
participación y mayor colaboración entre todos.
i) Cosas que se han dejado en el
camino: existe una idea positiva de haber superado esquemas rígidos
del pasado y formas periclitadas de educación y trabajo.
El resultado es consistente con el de
los instrumentos anteriores: existe un mayor optimismo respecto a los
logros organizativos que respecto a los logros efectivos de las
actividades. Esto no es malo si se tiene en cuenta que para mejorar
los resultados antes hay que mejorar o cambiar la forma de trabajar.
En este como en instrumentos anteriores se observa el peso del pasado
tanto en sentido positivo como negativo. Los proyectos precedentes
animan a avanzar (TIC, biblioteca, bilingüismo), mientras que el
tradicional individualismo y la falta de una cultura de evaluación e
integración en la comunidad, son los primeros escollos que hay que
salvar.
Valoración de las mejoras.
Para valorar las propuestas de mejora,
diseñé una matriz en red con puntos de llegada y salida
considerando cuatro posibilidades: abandonar algo, cambiar algo,
profundizar en algo, comenzar algo.
Llama la atención que existen pocas
propuestas de abandono aunque destacan dos: abandonar el exceso de
proyectos y centrarse en menos, particularmente en el PLC por su
complejidad, y abandonar las quejas como lastre para avanzar
realmente. Esta falta de abandonos puede implicar una evaluación
pobre o poco decidida y poco conocimiento de los errores posibles o
medidas ineficaces o impedimentos.
En los cambios, destaca la llamada de
atención que supone celebrar los logros con los participantes, algo
que hacen muy pocos centros. La mayor parte de los cambios propuestos
se centran en la metodología, las relaciones con la comunidad y las
dinámicas de trabajo entre el profesorado.
En cuanto a profundizar, varios centros
se deciden por profundizar en la implicación de la comunidad, del
alumnado y de las familias en el PLC, así como en la evaluación y
las actividades. El resto son propuestas dispersas que se relacionan
con las elecciones de cada centro según su trayectoria como ocurre
igualmente con las propuestas de comienzo que son realmente dispersas
porque cada centro pretende emprender el año próximo un reto
diferente de acuerdo con su pasado y sus necesidades. A pesar de
todo, muchos vuelven a repetir que deben comenzar a celebrar los
logros, así como tratar la evaluación y las dinámicas con el
profesorado.
De todo ello se deduce que los centros
también necesitan una atención a la diversidad y una mayor
comprensión de sí mismos para afrontar el PLC, lo cual supone un
gran reto porque probablemente una formación única y prefabricada
no pueda dar respuesta a todos los interrogantes que cada centro se
plantea.
Teniendo en cuenta que se trata de un
inicio de autoevaluación y que los centros presentan perspectivas
diferentes, pueden sin embargo, establecerse unas conclusiones que
concuerdan con otras nociones de la realidad del desarrollo del PLC
que tenemos en esta y otras provincias como en otros lugares de
España.
1º) La influencia de la tradición es
generalmente el núcleo de las fortalezas. Esto es un aliciente
poderoso para iniciar movimientos destinados a la mejora de lo ya
conseguido incluso a la excelencia, por qué no.
Conviene por el contrario intentar no
conformarse con esas rentas del pasado o engañarse con los
resultados de otros proyectos haciéndolos sumar al PLC como si todo
pudiera reunirse en el mismo saco indiscriminadamente. Los
antecedentes son recursos que hay que incorporar y mejorar
notablemente. Por ejemplo, el uso de las TIC debe aplicarse al PLC
como recurso lo mismo que la biblioteca aportando aquello en lo que
puedan ayudar, pero ni las Tic ni la biblioteca escolar forman parte
del PLC, son recursos a los que se debe reclamar aportaciones
específicas para el PLC.
2º) Las debilidades vienen dadas por
la complejidad del proyecto que lógicamente en tan pocos años no
puede abarcar todo el espectro de actuaciones posibles. En las
debilidades se observa también el peso del pasado de forma que en
evaluación e implicación de la comunidad es donde se observa mayor
necesidad de mejora. Estos dos aspectos deben ser prioridad de la
formación de manera absoluta. Particularmente en el caso de las
relaciones con la comunidad, debe incluir la consideración de
alumnado y familias en la toma de decisiones del PLC no sólo en su
implicación en actividades puntuales.
3º) La dispersión de los intereses y
necesidades de los centros es innegable, sin embargo, conviene
resaltar aquellos aspectos de mejora en que coinciden y que pasan por
fortalecer las relaciones entre ellos, establecer canales eficaces y
recurrentes de comunicación presencial y no presencial muy
superiores a las pocas jornadas anuales en que se encuentran.
Aun así, la atención a la diversidad
de los centros aconseja superar la formación estereotipada por
tutorías o asesoramientos diversificados con planes específicos
para cada uno aparte de los encuentros y formaciones generalizadas.
4º) La falta de evaluación y el miedo
al fracaso hace que en muy pocos casos se mencionen errores o se
confiesen. Es totalmente indispensable establecer mecanismos para
conocer y aprender de los errores que difícilmente se corrigen
porque difícilmente se ponen de relieve. En este sentido, es
aconsejable focalizar la atención en los logros y en las debilidades
o cambios de rumbo que se debe exigir conocer en todo proyecto. Al
centrarse exclusivamente en las buenas prácticas se está haciendo
un flaco favor al verdadero aprendizaje de estos estadios iniciales
de desarrollo de proyectos que deben conocer también cuáles son los
fallos más recurrentes y cómo pueden evitarlos, aspecto que siempre
se soslaya en este tipo de encuentros y formaciones.
En general, pues, fue una sesión muy interesante en la que pudimos repasar las perspectivas que se abren para mejorar estos proyectos lingüísticos que aun se encuentran en estados iniciales en muchos casos y que ya están dando frutos que he tenido la suerte, además, de conocer, en las numerosas sesiones de asesoramiento que este año he realizado en diversos centros a los que agradezco su invitación y confianza además de su ahínco en mejorar constantemente en una labor complicada como esta.
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