¿Quién se ha resistido a su encanto de maravilla?; aún hoy en la era de la tecnología conservan toda su magia. Recuerdo en mi infancia uno pequeñísimo que se hallaba en el vértice superior externo de un libro de cómic y al que di vueltas y vueltas, hasta que me hice el mío propio en el extremo de un cuaderno. No cabe duda de que en clase tienen un gran potencial: o te los manda el profesor para alguna actividad, o te dedicas a hacerlo para que parezca que realizas los ejercicios.
Existen sitios dedicados exclusivamente a esta forma artística que en esta página definen como un arte a mitad de camino entre el libro y el cine. Lo mejor es la muestra de folioscopios antiguos tanto de fotos como de dibujos. Como este de Moebius.
Pulsa y verás.
La locura por estos flipantes libros ha dado lugar a no menos flipantes ediciones, como el flipbook humano.
Y el flipbook de tostadas [visto en Vecindad].
Por algo los hemos bautizado como flipelibros (hay libros que te vuelven loco).
Este "Flipelibros" también es GENIAL. Tus colecciones de artículos GENIALES merecen la edición de un libro:
ResponderEliminarLAS GENIALIDADES de Miguel.
Te deseo otro buen año bloggero.
Por cierto,un día de estos, trasladaré al blog de la biblio parte de tu artículo.
ResponderEliminarDe nuevo gracias.
Gracias, Montse.
ResponderEliminarAh, pues yo quiero hacer uno sobre anagramas a partir del generador que mostraste; me encantó. Pero eso ya será el año que viene.
Feliz año nuevo.