miércoles, 6 de mayo de 2009
Hacia los libros de texto electrónicos
Tal como se esperaba, esta mañana Amazon ha presentado su nuevo dispositivo de lectura electrónico, el Kindle DX, cuyas principales características son presentar una pantalla más del doble de grande que el anterior, permitir la rotación del texto e incluir lectura de pdf. Asimismo, se ha confirmado que la estrategia de marquetin persigue dominar dos mercados potenciales de lectores: el educativo y la prensa. Conviene recordar que cuando hablan de libros de texto no se refieren a los libros educativos para primaria o secundaria, sino -o también- a los universitarios. En contra del mal predicamento que en España tienen últimamente los libros de texto en enseñanza no universitaria, algunos siempre han defendido su uso universitario por fijar conocimientos considerados básicos y fundamentales de ciertas materias, lo que llamamos normalmente "manuales", y que constituyen un mercado electrónico por explorar y explotar. Lo mismo cabe decir de la prensa, cuyo declive en papel es incontrovertible. Aunque el aparato es un poco caro (489$), parece que intentará tentar a los jóvenes y jóvenes adultos universitarios, así como a las organizaciones y empresas que quieran ahorrar en papel y que además se encuentren ya cómodos con los medios digitales.
RWW duda del éxito posible de esta estrategia, pues teóricamente parece aportar poco, sin embargo, admite con tantos otros, que los lectores electrónicos están causando tanta expectación que ya antes de usarlos cuentan con la fascinación de sus usuarios potenciales. No es de extrañar, pues, que se hayan dado prisa en abrir el abanico de posibilidades. Generalmente, cuando hablamos de libros electrónicos, suele pensarse en el libro estándar, canónico, libro literario por excelencia. Por el contrario, el fabricante de lectores electrónicos parece comprender que su mayor mercado está en la lectura formativa e informativa, justamente la que más se produce en internet y la que más bajada acusa en las bibliotecas (soledad actual de la zona de referencia).
Hace poco hablábamos de FLEPia, el lector a color, y veíamos una demostración no precisamente con una obra de Shakespeare, sino con la carta de un bar. Así que más pronto de lo que creemos, veremos libros electrónicos en la enseñanza y en las empresas. Que algo así ocurra también en Primaria y Secundaria es a día de hoy menos probable tanto por el costo como por las prestaciones. La proporción costo/prestaciones desaconseja hoy por hoy su implantación. De la misma manera, los ordenadores portátiles, que se han querido ver como competidores, creo que tampoco aún pueden absorber las demandas de lectura y escritura de la educación primaria y secundaria. Si quisiera hacerme una idea de un dispotivo ideal o casi ideal para una enseñanza electrónico, tendría que imaginarme alguna suerte de tablet pc, o un dispositivo de lectura compatible con todo tipo de escritura.
¿Y qué ocurrirá? Pues por lo que parece, no tendremos que esperar mucho, porque las novedades se están produciendo más rápido de los esperado, así que...mañana será otro día.
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