martes, 19 de mayo de 2009
Scribd se lanza al negocio de los ebooks
Scribd, sitio muy conocido entre los internautas por albergar y compartir gratuitamente documentos digitales, a partir de ahora también los vende (vía Livros e afins). Aunque en principio el negocio se abre para los Estados Unidos de Norteamérica, ya podemos encontrar obras en español como algunas de las que veis en la captura de pantalla (de Bécquer, incluso del historiador cordobés José Manuel Cuenca Toribio).
El "store" de Scribd, como ocurre con el de Amazon con el que empieza a competir tímidamente, presenta fagmentos del libro digital que puedes comprar y promete a sus autores o editores grandes porcentajes de beneficios y al usuario, precios bajos (lo cual no parece del todo cierto por los ejemplos anteriores). Ya tenemos casos españoles como el de Ediciones Encuentro que vende algunos de sus libros por este canal.
A tenor de esta noticia no parece tan raro lo que hace muy poco contaba Antonio Solano en su blog: le habían retirado unos relatos de Bradbury que alojó en Scribd, según la empresa "a petición de terceros". Como señalaba Antonio, esos relatos siguen alojados en los otros lugares donde los encontró -él sólo los recopiló- lo que resultaba extraño -eliminarlos de ahí y consentirlos en otro lugar-. Ahora tenemos la respuesta, pues precisamente para mejorar las ventas que pretende, Scribd se ha comprometido a eliminar todo documento que no cuente con derechos dentro del propio sitio. Tienen intención de vender y no quieren que haya en el mismo lugar competidores gratuitos, les da igual que los fines sean educativos o no. Puede comprobarse que desde hace tiempo cuando se sube un documento, el procedimiento exige que nos hagamos responsables de los derechos de autor para publicarlo.
Así que el que había sido llamado "el youtube de los libros" ahora no es más que "el hermanito de Amazon". O a lo mejor, youtube comienza también a cobrar por la última de Amenábar. Quién sabe.
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Se ve que la filosofía de compartir el conocimiento es válida sólo para pardillos. ¿Qué tal si a la inspección educativa, cuando nos pida los materiales de clase, les exigimos el pago de cierta cantidad? A fin de cuentas, los materiales se los hace uno mismo, ¿o no?
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