La bola de cristal probó con un razonamiento infantil
Realmente paradójico: ¿hay algún niño al que no le guste hacer animaladas? Además, ¿estaremos leyendo todo el rato historias de ositos, abejitas y hormiguitas para después hablarles así de los animales, como unas bestias?
Pero peor aún es preguntar por qué no se lee. Uno corre el riesgo de que contesten. Como en este anuncio que lleva escrito su propio fracaso.
Algunos llegan a amenazar: si no lees, desaparecerán los libros (mira tú qué bien, encima dale ideas).
Y para mejorar, también encontramos los que presumen de ser lectores (por lo menos, no se parece a aquella niña repelente que se orientaba en el bosque por la posición del musgo según había leído).
Menos mal que algunos han tenido algo de ingenio, como en esta campaña de AELE.
En España probablemente, no hemos visto una buena campaña publicitaria institucional sobre fomento de la lectura hasta que apareció Si tú lees, ellos leen, una serie de anuncios sencillos y con gracia en los que una niña imitaba los movimientos de su padre mientras leía (la única campaña que no va dirigida a los lectores sino a sus padres y madres).
Pero quien ha explotado todas las posibilidades imaginativas del libro en publicidad ha sido Librerías Gandhi -famosa por sus campañas-.
Ha probado con la droga
El sexo
Anuncio de radio Librerías Gandhi
El humor
Claro, cada uno tiene su imagen de la lectura. Hay imágenes que se convierten en tópicos. Metáforas de la lectura hay miles, como recoge y comenta Víctor Moreno en su libro homónimo. Metáforas muy trilladas, a las que todos acuden.
¿Pero por qué hay que vender la lectura? Porque a algunos les cansa desde el principio.
Miles de millones en publicidad para todo tipo de promociones y sólo falla la promoción de la lectura. ¿Será porque los publicitarios no leen (o los políticos)?
Me parece muy acertado reunir esta selección de eslóganes sobre la lectura. Da que pensar...
ResponderEliminarHace tiempo vi un anuncio sobre violencia doméstica que se titulaba "Children see, children do", creo que este lema valdría también para la lectura.
El fomento de la lectura se ciñe siempre a la educación de los jóvenes y debe ser así; pero, también, debería hacer hincapié en esos jóvenes que han llegado a la madurez y han olvidado sus hábitos lectores.
Y que lo digas. La similitud con la violencia doméstica está clara: muchos hábitos son imitativos, sean buenos o perversos.
ResponderEliminarEs cierto que el fomento suele ceñirse a los jóvenes o niños (salvo la campaña por fin dirigida a los padres y madres). El segmento de jóvenes adultos está poco atendido. Las editoriales sí que empezaron a atenderlo hace unos años, porque se dieron cuenta de que formaban un segmento comercial distinto al juvenil (que en realidad es adolescente solamente) y al adulto maduro.
De todas formas supongo que las instituciones se dirigen muy frecuentemente a los jóvenes adolescentes porque es sabido que es la etapa de mayor deserción lectora según todos los datos de que se dispone.
Gracias, Lu.