A muchos escritores noveles les preocupa cómo empezar una historia, aunque tal vez debería preocuparles más cómo acabarla. No estoy hablando simplemente del final de la historia, a pesar de que obsesione frecuentemente al lector, porque en algunos casos el final está anidado en el centro mismo.
El ejercicio es muy sencillo: la historia tiene ya un título, y es tan concisa que sólo tiene final, pero ¿cuál es?
No, no. No escribas todavía. Piénsalo. Mira el vídeo si quieres y luego dime:
¿DÓNDE VAN A PARAR LOS GLOBOS PERDIDOS?
Fuente de vídeo: Ateneu Popular, sobre Tiji.
¡oh! Van a parar allí donde cada cual desea siempre que... no contaminen.
ResponderEliminarFeliz y saludable verano, Miguel.
Gracias, Montse. Feliz verano de libros.
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