jueves, 4 de junio de 2009
Apadrinamiento lector I: Exposición de cuentos infantiles
Durante el último trimestre hemos escogido cuentos infantiles para exponer procedentes de los préstamos colectivos que regularmente nos proporciona la Biblioteca Municipal. Este préstamo nos sirvió además para comenzar las lecturas con vistas al apadrinamiento lector que todos los años realiza el alumnado de 3º de secundaria. Así que los libros han estado expuestos y además han constituido durante unos días la lectura de los chicos y chicas de 3º.
Una de las cosas curiosas que ocurrían eran las miradas de soslayo, como para coger el libro con los ojos sin que nadie creyera que un joven se interesa por cuentos infantiles. Como tenemos algunos expositores prácticamente encima de los ordenadores, ya vi alguna alumna de bachillerato que junto a un compañero mientras aconsejaba sobre la pantalla, cogía un cuento y lo hojeaba.
Más curioso resultó para algunas alumnas abrir los libros y como conservan el sobre con la tarjeta de lectores antigua, comprobar que ellas mismas habían leído el cuento de pequeñas. "¡Qué fuerte!", exclamaban, supongo que abrumadas por el paso del tiempo y sus huellas indelebles.
Aunque cada lectura tiene su interés y no se trata precisamente de libros actuales, quería destacar estos cuatro cuyas cubiertas ilustran esta nota. El del topo fue sin duda el que más divirtió y sobre el que más interés mostraron padrinos y ahijados, supongo que ambos creyendo que el entretenimiento estaba garantizado. Por su parte, ¡No quiero verte más!, es tal vez uno de los más originales por muchas razones, pero sobre todo por su estructura: termina en el centro, ya que se trata de un cuento de dos caras; a partir de cada una de ellas se cuenta la misma historia -la pelea entre dos amigos- pero desde la perspectiva de cada uno en cada caso. La reconciliación se encuentra en el interior, una frase que pone de manifiesto lo raro de este cuento (con final interno) y la verdad de los sentimientos (también con final interno).
Rosa caramelo me hizo gracia porque fue escogido por unas niñas atraidas por el color rosa. No pude quedarme a ver su sorpresa porque precisamente el cuento lo que pretende es superar el sexismo de ciertas costumbres simbolizado en el color.
Y el último es elección personal mía: un libro sobre libros es una buena idea ¿Quién teme al libro feroz?. Pero nadie lo escogió y tal vez no sea sino porque las cosas tienen que ser otra cosa, no lo mismo y probablemente los libros y las películas que gustan son los libros y las películas sobre historias, y no sobre ellos mismos.
Durante unos días, pues, estuvieron leyéndolos en la biblioteca y rellenaban una ficha hasta escoger uno para leerles a su ahijado o ahijada. Como pasa con casi todo, el valor de algunos cuentos subía en el mercado de las preferencias pues todos lo querían elegir, pero finalmente no hubo problemas: los niños y niñas estaban tan atentos, que les dio tiempo a intercambiarlos y leer tres cada uno más o menos. Si no llego a interrumpir las lecturas por la hora, tal vez hubiéramos acabado leyéndolos todos a todos.
Y con esas lecturas, sentados en el suelo, acabaron las primeras sesiones de contacto en el que hasta tirados bajo el sol que entraba por el ventanal algunos leían tan bien como sus padrinos y madrinas, que estaban preparando ya entonces un cuento propio autoeditado para leerles en la siguiente sesión.
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Miguel,
ResponderEliminarEsta actividad me ha fascinado. La imagen a contraluz de los chicos sentados en el suelo en compañía de los pequeños y los cuentos es idílica. Estáis formando futuros lectores y futuros padres-lectores.
Estamos intentándolo pero naturalmente hace falta todavía mucho más camino.
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