Según un informe de la Universidad de Cambridge que resume RWW, los jóvenes no están interesados en leer libros o prensa a través del móvil ni en tener acceso a la web bibliotecaria, pero sí estarían interesados en usarlo como conexión con servicios bibliotecarios; por ejemplo, recibir alertas a la conclusión de un préstamo, o sobre una reserva, o consulta de referencia y acceso al catálogo.
Algunos sin embargo, creen que el informe es demasiado conservador ya que extrae datos sólo de estudiantes de esa universidad y además el contexto cambia muy rápidamente por lo que resulta anticuado. Cabe la posibilidad de que el uso que se da o quiere dar al móvil no dependa de los deseos del usuario, sino de las prestaciones del móvil, pues aquellos que disponen de iPhone, por ejemplo, opinan de otra manera. Es de suponer, pues, que el panorama cambie muy rápidamente.
A pesar de todo, el informe da que pensar. Efectivamente, el móvil es un recurso que utilizamos poco y que podría ser un buen aliado en el control y acceso a los fondos. Muchos de nuestros jóvenes simplemente no miran el correo, y el intercambio de mensajes es mucho más rápido y de comunicación efectiva a través del teléfono.
Algunas bibliotecas públicas ya usan este tipo de servicios en España. Para nosotros, las bibliotecas escolares de Andalucía, convendría empezar a pensar en utilizar la plataforma PASEN , por ejemplo, para estos fines.
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