Escoja un día para empezar a leer y respételo.
Evite comenzar por la literatura considerada de poca calidad, puede que el título después le decepcione porque no se corresponda con la realidad y destruya sus buenas intenciones.
Deshágase de teléfonos móviles, playstation, deuvedés y cosas similares que tenga cerca.
Cuando comience, no pare hasta por lo menos haber terminado el primer capítulo, dejándolo a la mitad aumenta el riesgo de abandonos.
Para motivarse, piense repetidamente en los beneficios de la lectura.
Pida a las personas que lo rodean que no se pongan a dar voces o a ver la televisión en el sofá en prime time.
Pida ayuda a un profesional -librero, bibliotecario, profesor, etc.- o participe en blogs o foros sobre lectura. Estas comunidades de lectores ayudan a integrarse en este nuevo mundo.
Cambie de hábitos para evitar lugares donde pueda coincidir con personas desinteresadas.
No haga pausas demasiado largas y compleméntelas con periódicos, revistas, cómics o cuentos infantiles.
Enhorabuena. Si llegó hasta aquí ya es un buen lector. Sin embargo, evite el exagerado entusiasmo no vaya a ser que llegue a considerarse un intelectual.
Traducción libre del portugués según el texto original: Pó dos livros.
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