jueves, 17 de diciembre de 2009
Esta Navidad lee un cuento a tu hijo...en el iPhone
Este anuncio que he encontrado casualmente en Youtube demuestra cuánto puede cambiar la lectura y cuanto puede seguir siendo la misma. Un detalle nada baladí: el ebook permite que los padres y las madres lean libros a sus hijos, así que está claro que hay cosas que no cambian. Hay más interactividad, multimodalidad, personalización... pero leer un cuento puede ser dentro de algunos años simplemente leer un cuento. Probablemente, el defecto no esté en el aparato, sino en los padres y madres que puedan poner un eReader a sus hijos con reproducción de voz automática para no tener que leerles personalmente.
Ya lo dije en una ocasión, y es que los nativos digitales no existen aún respecto al libro electrónico, y hoy vemos que ya sí, que ya podemos hablar de auténticos nativos digitales. Lo malo será que los padres emigrantes ni siquiera los acompañen en el camino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La tradición oral de contar cuentos a nuestros niñ@s nunca debería de perderse, es un tesoro con el q a través de la voz, así como los contacto y los olores, afianzan lazos entre los de la tribu. Los mayores q tuvieran niños en su entorno q no deberían perderse esta experiencia, les resultará muy grata por las sonrisas y las caritas q le regalarán los peques con el detalle lector. Algo inefable e impagable.
ResponderEliminarFelices fiestas y vacaciones de solsticio Profesor
Sin ninguna duda, Lisístrata.
ResponderEliminarFelices fiestas y que oigas maravillosas historias, que a todas las edades nos vienen bien.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa tecnología no debería sustituir el papel de los padres en la labor de cuentacuentos. El producto que se anuncia levanta ciertas sospechas al respecto. El papel de la madre es pasivo. El móvil muestra las imágenes y emite también la voz.
ResponderEliminarAy, me temo que es un invento tecnológicamente avanzado que puede sustituir la cálida costumbre de poner voz natural a los cuentos.
¡Qué miedo me da que se convierta en otro canguro más, como lo es la TV o los videojuegos!